HISTORIA SACRADA CHUSCA SIN ORDEN NI CONCIERTO. VII

Ruth llegó a casa con el alba. Esther calentaba leche de cabra en el fogón recién encendido.

—Hola, mi niña. ¿Qué tal la noche?

—Flojita.

—¿Cuántos?

—Ocho. Hasta he tenido tiempo de hacer algún descansito. Así no saldré de pobre en toda la vida.

—¿Alguno te ha pedido alguna cosa rara?

—Querida, ¿quién no tiene alguna rareza en esta ciudad? Aquí, todo bicho viviente te quiere entrar por la puerta de atrás. 

»Hoy, por suerte, no me ha pegado ninguno. Yo sí. A dos. Fusta y látigo».

—¿Y?

Ruth se encoge de hombros.

—Hecho un cesto, hecho ciento. A todo se acostumbra una. 

»Tu noche, ¿qué tal?»

—Bien. La ventaja de dedicarse a un hombre tan viejo como Josué en exclusiva es que pone mucho entusiasmo al principio, pero en seguida se cansa, y te deja en paz la mayor parte de la noche. Y, sobre todo, no se mete, ni te obliga a meterte, las porquerías que se estilan por ahí. Que si polvo de …, aceite de … ¡Menudas guarradas!

—¡Y que lo digas! La gente consume con mucha alegría. Pero seguro que buenas, no son. 

»A Josué, entonces, ¿te lo trajinas una vez, y se queda roque por el resto de la noche?»

—Casi. Como tiene el sueño ligero, se despierta alguna vez, le haces un par de arrumacos, echas uno rapidito, y se acabó. ¿Por qué no te buscas alguien así?

»¿Quieres desayunar? ¿Te pongo leche caliente a ti también?»

—Sí, por favor. ¿Quedan dátiles?

—Quedan, y queso tierno, si quieres.

—Bueno, pues un poquito de cada cosa, por favor. Gracias, cielo.

 »¿Echarme un noviete, dices, y dedicarme solo a él? Sí, lo he pensado alguna vez. Pero estas carnes, de momento, quieren ver mundo —se palmea el trasero con ambas manos—. Cuando sea un poco mayor y haya ahorrado algo, quizá. 

»También me da pereza que te toque un viciosillo de los que te piden algo todas las veces, y, como no te guste mucho, menudo rollo, ¿no? 

»Por ejemplo, a mí no me mola nada, pero nada, el temita ese moderno del sadomaso. Esas cosas extranjeras…

»Además, que lo de poner todos los huevos en el mismo cesto puede ser un riesgo, ¿no crees? Si a tu Josué le pasase algo, ¿qué sería de ti?»

—Tendría que buscarme otro, claro. O hacer la calle como tú. Aunque lo que me gustaría de verdad es encontrar marido. Tener hijos, una familia…

—¡Nos ha jodido, chocho! A ti y a cualquiera. Pero, ¿dónde vamos a encontrar marido unas perdularias como nosotras? 

»Oye, ¿y en tu pueblo? ¿Cómo está el negocio?»

—¿En Gomorra?

—Sí. Lo digo por pasar una temporadita allí. Por variar, y a ver qué tal. Total, muy lejos no pilla, y de Sodoma empiezo a estar hasta el gorro.

—Yo creo que por el estilo de esto. Pero, bueno, mira: yo voy para allá a pasar el Sabbat, y ya me quedo para el resto del finde. Puedo preguntar a mi prima Sephora, que también es del ramo.

»Y ahora, si no te importa, empiezo a preparar el equipaje, que no quiero que se me haga de noche en el camino».

—No, mujer, claro que no. Yo voy a sobar un ratillo hasta la hora de comer. Que lo pases bien.

—Gracias.

Aún no era la sexta hora (*), y ya Esther se echaba al camino cargando una alforja con ropa y efectos personales. Cuando llegó al cruce de caminos que conducía a su ciudad natal, vio aparecer una nube inmensa y oscura en el cielo, de bordes orlados de rojo fuego, como surgida de la nada. Clavadita al comienzo de Independence Day. Y la vio dividirse en dos, y cada una de las dos nubes resultantes tomaba un camino distinto. Una parecía seguir sus pasos camino de Gomorra. La otra se orientó hacia la ruta que conducía a Sodoma, que ella acababa de abandonar. 

En esta última ciudad, Lot metía prisa a su mujer —«Vámonos ya, chati, que nos va a coger la cólera del Altísimo»—, porque tardaba una eternidad en pintarse la raya del ojo.

(*) Las doce del mediodía, aproximadamente.

Ilustración: «Destrucción de Sodoma y Gomorra». John Martin. 1852.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: